martes, 29 de enero de 2013

Titan Desert, el reto de Víctor Tasende

Las experiencias marcan quiénes son, es nuestro pasado el que define nuestro presente y muchas veces coindiciona el futuro. Las pisadas que dejamos al caminar muestran el sendero andado, el que nos enseña de cara a lo que nos queda por recorrer y nos recuerda de donde venimos. Es importante no olvidarlo. No lo ha hecho Víctor Tasende, un coruñés que estuvo a punto de quedarse tetraplégico, superó todas las barreras que le puso por delante la vida y ahora se prepara para la Titan Desert, una de las pruebas de ciclismo extremo más duras del mundo.
Imposible no sucumbir ante su increíble historia de superación personal, que hace que te pares a pensar en un momento hasta que punto las minucias diarias nos hacen olvidar la grandeza de cada día y la importancia de tener salud y un sueño. Quizá saber que se puede, que en la adversidad es cuando las personas saquen lo mejor de si mismas nos enseñe que nunca hay que dar nada por sentado y que hay que agradecer cada día. Gracias a Víctor por cederme una imagen y querer compartir aquí su historia conmigo y recordarme que la voluntad es poder y el único límite está en el cielo.
Fracasar es no intentarlo.
-¿Cómo recuerdas el día de la lesión? ¿En qué consistió la misma exactamente?
El día del accidente transcurría como uno más en mi vida, una tarde de verano acompañado por un buen amigo, de la que tengo que decir que es una de las mejores personas que conozco, entró conmigo esa noche en el hospital, estuvo todos los días a mi lado, y salió conmigo por la puerta principal el día que me dieron el alta.
Esa tarde todo sucedía con normalidad jugando en la piscina y tirándome de cabeza, hasta que en la séptima vez dije "la última" y realmente fue la última vez que me tire de cabeza y que dije esa frase. Ahora esa frase ya no esta en mi vocabulario, ahora digo "queda ésta" "una más" "ahora o nunca".
Después de eso sólo recuerdo mi imagen boca arriba en el borde de la piscina con medio cuerpo cubierto por el agua, una toalla cubriendo mi cuerpo, y yo boca arriba mirando el cielo estrellado llorando mientras escuchaba el gran revuelo que tenía alrededor, esperando a ser atendido por las personas adecuadas. En el momento del golpe mi cuerpo quedó paralizado y además perdí la sensibilidad en el mismo.
Entré en el hospital con una tetraplejia parcial, y principio de hipotermia, aunque es que lo cierto es que en ningún momento perdí el conocimiento. Esta lesión consiste en una perdida total del movimiento y sensibilidad del cuerpo pero que con tratamiento puede mejorar y tratando a tiempo al paciente, pueden conseguir recuperar sensibilidad y en algunos casos movilidad en algunas extremidades. En casos muy contados, por desgraciada, se puede conseguir una recuperación como la mía.

-¿Cuánto tiempo estuviste en rehabilitación? ¿Lo más duro? ´

Mi estancia en el hospital para la lesión que tuve fue muy poco, nada más que cuatro meses. Al ser de coruña me dieron el alta hospitalaria y todos los días iba a realizar la recuperación. Esto duró tres meses mas, hasta que llegado a un punto me quedaba pequeño el tratamiento, y por mi cuenta y con mis medios pasé dos años mas de recuperación hasta que comencé en remo bajo la supervisión de mis médicos. Lo mas duro sin duda fue al comienzo de la recuperación, estar solo en la habitación, tener sed, mirar para tu mano y pensar en levantar la mano y agarrar el vaso, como no puedes y ves un timbre a tu lado, arrastrar la mano y timbrar... Pero eres incapaz, te acabas resignando y pegas un grito. 
-¿Cuánto tiempo tardaste en recuperarte?
-En total fueron dos años de trabajo, para poder conseguir la base de entrenamiento con la que después afronté los diferentes deportes y finalmente remo y tiro con arco.
-¿Te ha dejado alguna secuela el accidente?
-Lo cierto es que sí, pero nunca me han impedido realizar lo que quiero. Sí me lo dificulta en ocasiones y mucho, pero eso me motiva y me da mas ganas  de conseguirlo a base de trabajo.
La verdad es que no suelo hablar de ellas y no por vergüenza o por que me vaya a desprestigiar, si no porque teniendo en cuenta la lesión que sufrí esas secuelas son insignificantes. Es más, me siento mal hablando de ellas con mis compañeros, porque mi recuperación fue algo casi milagroso. 

-¿Cuándo decides comenzar el reto para prepararte de la Titan Desert? ¿Horas de entrenamiento diarias? ¿En qué consisten?
-En Julio durante la temporada de remo presenté mi proyecto de realizar la Titan Desert a Gaes a la iniciativa Persigue Tus Sueños, pero como era a nivel nacional, lo presente y seguí con mi vida.
En el momento en el que acabó la temporada de remo a finales de Agosto, me tomé el mes de Septiembre como descanso, pero antes de que acabara la primera semana empece a salir con la bicicleta y la segunda me fui a realizar el Camino de Santiago en ella. En esta peregrinación comencé a darle otra vez vueltas al tema, y como había tomado la decisión de dejar remo por este año después de cuatro años, retomé  con fuerza la idea de preparar la Titan, ya que comprendí que no era capaz de no hacer deporte.
En ese momento comenzó un trabajo de preparación y logística en torno a la Titan.Todos los días le dedico tiempo libre al proyecto, entre tres o cuatro horas diarias, más la parte de entrenamiento que dependiendo del día y el ciclo en el que esté, así que el período de trabajo ronda entre las cinco horas los fin de semana y las dos horas en gimnasio.
La preparación tiene varios puntos, uno de los más importantes es el trabajo mental donde entrenas cada día solo y contra el tiempo, otro punto es la parte física, ya que tienes que hacer mucho trabajo en la bicicleta pero sin descuidar la parte de gimnasio, donde entrenas la parte técnica para conseguir optimizar al máximo el rendimiento. Otra parte fundamental es entrenar la orientación, ya que parte de la prueba consiste en eso. Para ello lo mejor son salidas a montes frondosos y marcarte una ruta que no conozcas y tengas que recordarla y moverte. Muchas veces aunque parezca una tontería se pierde mucha energía en la orientación, y tener un buen control sobre una dinámica de trabajo te permite optimizar mejor tu rendimiento y más en esta prueba.

-Ya comentaste alguna vez que de esta mala experiencia sacaste lo positivo de valorar más la vida y embarcarte en este reto, ¿qué le dirías a alguien que estuviese en tu misma situación?
-Desde luego que nunca se rinda, que trabaje día a día consiguiendo pequeñas cosas que marquen la diferencia y que sumando todas ellas consigan un objetivo mayor. Que disfrute de los buenos momentos que consiga pero que no se quede con ellos, que quiera más y trabaje mientras pueda, ya que ponerse uno solo sin ayuda es muy dificil, y por supuesto que resista en los malos momentos, que vendrán tarde o temprano. La hora de afrontarlos marcará la diferencia y entonces podrá continuar y disfrutar de ese triunfo. Ante todo le diría que nunca se rinda por muy adversas que se pongan las cosas, por que la noche es justo más oscura antes del amanecer y nunca sabese cuando puede llegar tu punto de inflexión.

-¿Has conocido a otros lesionados medulares? ¿Puede ser este reto una forma de desmostrar que sí se puede superar?
-Sí, conozco a los fantásticos compañeros que estuvieron conmigo en el hospital, y que me ayudaron a progresar, relación que a día de hoy por la distancia es más complicada, aunque siempre hay tiempo para un café. Actualmente gracias al fin social que perseguimos con este proyecto conocí a gente muy grande que esta luchando cada día por mejorar y este sueño que tengo nació principalmente para intentar motivar y llegar a la gente tanto que tiene una lesión medular como que convive con ella, aunque iempre partiendo de la base de que mi recuperación de la lesión por desgracia no es lo normal. Sin embargo, con esfuerzo trabajo y constancia nunca nadie sabe a dónde puede llegar hasta que lo intenta.

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