martes, 16 de abril de 2019

Éxito y fracaso, mi artículo de esta semana en dxtcampeón


Hola a todos!

Os dejo mi artículo de esta semana en Dxtcampeón sobre la importancia de saber gestionar el fracaso como clave para después lograr el éxito.



“He fallado más de nueve mil tiros en mi carrera; he perdido casi trescientos partidos; veintiséis veces han confiado en mí para lanzar el tiro que ganaba el partido y lo he fallado. He fracasado una y otra vez en mi vida, y es por eso por lo que he tenido éxito.” (Michael Jordan).

Resulta contradictoria en apariencia la frase de Jordan, un jugador que lo ganó todo y que parecía infalible, pero que reconoce la grandeza de su éxito en todas y cada una de las veces en las que tuvo que hincar la rodilla, las veces en las que erró, en las que cometió un fallo que le costó caro a su equipo. ¿Es esa la imagen de un triunfador? Pues sí, aunque no es eso lo que nos han contado desde que tenemos uso de razón.

Nos han vendido desde niños la importancia de ganar, de hacerlo bien, de ser el mejor y de no equivocarnos. El éxito es esa meta que todos tratamos de alcanzar, un camino recto hacia lo deseado en el que, aunque no nos lo cuentan, hay que tropezar muchas veces, caerse e incluso salirse del camino.

 Es muy diferente, no obstante, la idea que existe del fracaso en el mundo anglosajón y en los países latinos. En Silicon Valley, referencia de la innovación, se elogia lo que denominan el 'fail fast' (fracasar deprisa), siendo muy preciados aquellos emprendedores que hayan obtenido lecciones de sus errores.  Mientras, en los países latinos es sinónimo de culpabilidad.

Pero fracasar nos hace humanos, forma parte de nuestra esencia y nos ayuda a evolucionar y a mejorar. Me dijo una vez un gran maestro internacional de ajedrez macedonio que se aprende más de una partida perdida que de cien ganadas y eso se puede aplicar tanto a la vida como al deporte.

Muchas personas que han fracasado en un momento en su vida han tenido después miedo cuando se les ha vuelto a presentar otra oportunidad y ese temor las ha podido atenazar. También aquí la sabiduría popular es clara: “Entre hacer y no hacer, siempre hacer”, porque el peor de los errores a cometer es el fracaso de no atreverse.

La importancia del error radica en cómo nos enfrentemos a él: si nos bloquea o si lo relativizamos. Lo primero nos deja dándonos cabezazos contra la pared, con lo segundo podemos analizar qué hicimos mal, aprender de ello y, ante una situación similar, poder actuar de forma distinta. El éxito instantáneo, además de no producir juicios del porqué, es prácticamente inexistente.

En el deporte paradójicamente la derrota ayuda. ¿Cómo va a ayudar perder? Porque enseña a no dar nada por hecho, a valorar el triunfo, a seguir peleando. La tolerancia de la frustración es muy importante para la vida en general, porque al final no deja de ser un camino en el que éxito y fracaso se entremezclan en  indisoluble unión.