lunes, 25 de agosto de 2014

Contraprogramar, mi artículo en el Dxtcampeón

Hola a todos!
Os dejo mi artículo de esta semana para Dxtcampeón sobre cómo Mediaset pretende maltratar el Mundial de baloncesto.


Con el Mundial de baloncesto a la vuelta de la esquina anunciado a bombo y platillo por el mastodónico grupo del que forma parte la cadena amiga es difícil de entender el desprecio con el que lo tratan. 

El lío empieza ya en la fase de grupos y con el fútbol hemos topado. Ese día, en el que la selección se mide a Serbia, el Real Madrid disputa el Trofeo Santiago Bernabéu, también en prime time.  La guerra de las audiencias se ha recrudecido en la era de Twitter y los canales de televisión pelean por arañar cualquier décima de share. 

Con este contexto y aún teniendo el grupo de Vasile dos canales franquicia (Cuatro y Telecinco) que podían perfectamente servirse de estos dos eventos, el magnate de la comunicación ha tomado el camino del medio. Partido de fútbol en abierto y baloncesto en diferido para evitar que el deporte de la canasta contraprograme al rey.

No importa el agravio para los amantes del baloncesto, a los que más nos vale permanecer incomunicados durante casi hora y media para ver un partido del que podríamos ya conocer el resultado cuando empiece.
Al igual que pasó con el Mundial de Motociclismo, Mediaset se empeña en hacer negocio por encima del interés común. El resultado es penoso. Como lo es esta medida que demuestra el nulo respeto por un Campeonato del Mundo que este año jugamos en casa. 

Y que nadie dude que se apuntarán el tanto si conseguimos el cetro. Como hicieron con el fútbol, aunque este año la gallina de los huevos de oro les haya durado un suspiro. Una pena que la cadena pública no haya peleado por este Mundial y nos tengamos que comer con patatas la contraprogramación de Mediaset. Al menos ya estamos avisados.

Feliz lunes!

miércoles, 20 de agosto de 2014

Errores, mi artículo para dxtcampeón

Hola a todos!
Siento el retraso, es la última semana de vacaciones y hay que aprovecharla. Os dejo mi artículo de esta semana para Dxtcampeón, "Errores".

Errores

Nunca queremos cometerlos porque hemos olvidado lo importantes que son para mejorar. Esta semana leí un artículo muy interesante de Chema Buceta, psicólogo deportivo y entrenador de baloncesto, que reconocía lo fundamental que era equivocarse en el deporte y lo denostado que estaba por parte de los entrenadores. Verdades como puños.

Se ha instaurado, aunque no sólo en el deporte pero profundizaremos en ello porque es el tema que nos ocupa, un total rechazo a equivocarse. Algunos técnicos, no importa la edad de sus pupilos, penalizan gravemente los errores. “¿Cómo haces eso? ¿No ves que fulanito está desmarcado? ¿Cómo no cogiste ese rebote? ¿Por qué, por qué…?” El propio jugador ya sabe cuándo se ha equivocado y nada que resalte que ha metido la pata no va a ayudarle.

La vuelta de tuerca a que un entrenador se arranque las vestiduras cada vez que uno de sus pupilos se equivoque podría ser buscar la oportunidad de mejora a través del error. Conociendo las carencias, éstas se pueden pulir y conseguir que cada vez sean menores. Nadie es perfecto, hasta los profesionales de las diferentes disciplinas fallan, los entrenadores también y aún así se ganan encuentros.

La excelencia no existe, ni en el deporte ni en la vida y tratar de conseguirla está abocado al fracaso. No es malo querer hacer las cosas bien, pero es saludable permitirse ciertas licencias. Los jugadores no deben de sentirse presionados porque puedan fallar, porque el resultado será que se equivocarán más. El miedo a hacer mal las cosas en ocasiones propicia que no saquemos lo mejor de nosotros mismos. Con estrés y presión no se disfruta del deporte, se sufre. Y es trabajo de los entrenadores conseguir que cada duelo y cada entrenamiento no se conviertan en un permanente examen.

Al final la esencia del deporte es disfrutar. Ése es el principal objetivo. He conocido casos de jugadores que han dejado de practicar aquel deporte que les gustaba debido a que sus preparadores les impedían cometer errores u otros cuyo nivel de exigencia terminaba por convertir cada día en la búsqueda quimérica de la perfección. Por suerte también he tratado con muchos entrenadores que logran que el error no trascienda más allá de ser la primera piedra por la que transite un sendero de mejora. Y al final estos últimos que entienden que los errores existen pero que no tienen miedo a enfrentarse a ellos ganarán más o menos partidos pero sin duda siempre serán mejores. Porque error es siempre sinónimo de oportunidad.

Feliz miércoles!

lunes, 11 de agosto de 2014

Papás y deporte, mi artículo para Dxtcampeón

Hola a todos!
Os dejo mi artículo de esta semana para el dxtcampeón sobre comportamientos de padres ante partidos de sus hijos, la práctica deportiva o su rendimiento que por desgracia aún están hoy en día presentes y que creo que deberíamos erradicar por lo daniños que son. Espero que os guste.

Papás y deporte

En las gradas desgañitándose, dando indicaciones como segundos entrenadores, animando cuando hay que animar, gritando cuando ellos lo consideran. No son todos así, pero es una especie común. Podéis encontrarlos en cualquier deporte, no importa el nivel o la importancia de la competición, para ellos siempre será cuestión de vida y muerte.

Sus retoños tienen que ser los mejores, gozar de todos los minutos de los partidos, sin discusión, y ser importantes en sus equipos. Todo lo que no sea eso será motivo de critica al entrenador, independientemente del momento. Durante un encuentro, en un tiempo muerto, a ser posible con su hijo delante para que presencie el dantesco espectáculo. Creen que ayudan, creen que sus pequeños merecen más y mejor, pero en el fondo vierten su frustración sobre ellos.

Padres que tratan de vivir sus sueños a través de sus hijos, que acaban convirtiendo a estos jóvenes deportistas en personas cuya estima sólo es superior a su ego y que les enseñan que nada es suficiente para ellos debido a su altísimo nivel. Es una de las posibilidades. La otra es que sean chicos y chicas inseguros, temerosos del qué dirán, hiperexigentes consigo mismos y cohibidos por unas figuras paternales siempre dispuestas a criticar todo lo criticable.

Viendo cómo se comportan, el show que protagonizan en ocasiones en las gradas, esa educación mal entendida, uno se pregunta si no sería bueno que hubiese un cartel a la puerta de todas las canchas de baloncesto, campos de fútbol, pistas de atletismo, instalaciones deportivas en general donde se pidiese encarecidamente a los abnegados papás y mamás que acudan a ver sus hijos con el único propósito de disfrutar viendo cómo practican deporte y se lo pasan bien. Simplemente eso. Ese mismo cartel, además, debería de alertar a algunos progenitores que se abstuviesen de presenciar un choque con ánimo de convertirlo en una cruzada en pos de más minutos para su churumbel.

Padres que llevan las estadísticas en los partidos de baloncesto, que gritan a su hijo, a sus compañeros, al entrenador o al utillero, que se encaran con la grada de enfrente… Que no entienden el deporte como mero entretenimiento, sino como algo que trasciende más allá. Que se toman como afrenta personal la ausencia (para ellos siempre injustificada) de la carencia  de minutos de sus pequeños. Padres que se creen con más derecho que las personas que cada semana dedican su tiempo y sus conocimientos en transmitir unos valores que ellos con sus actos se empecinan en pisotear. A todos esos padres habría que invitarlos a esperar fuera de los recintos, los protagonistas nunca serán ellos, sino sus hijos. En ocasiones, aunque por fortuna no siempre, papás y deporte, son un mala ecuación.

Feliz lunes!

jueves, 7 de agosto de 2014

Sobre ruedas a por el Mundial

Hola a todos!

Hoy os dejo un reportaje muy especial para mí que realicé esta semana junto a Aida Vieites Pier, patinadora coruñesa que reside en O Temple (Cambre) y que acaba de proclamarse tercera en el Campeonato de España, consiguiendo el billete por primera vez para el Mundial, que se celebrará en Octubre en Reus y para el Europeo de este mes de septiembre. 

Aida Vieites posa con sus nuevos patines en el Paseo Marítimo de O Graxal
(Foto: Zeltia Regueiro)

Nos citamos en una cafetería cercana a donde vive, pegada al paseo marítimo de la localidad cambresa. Aida sonríe todo el rato y se le iluminan los ojos cada vez que habla sobre el patinaje, su pasión, su vida... Y es que desde los cinco años se recuerda subida a unos patines. "Empecé en patinaje donde vivo, pero como una actividad escolar, no era competición, eran simplemente dos horas a la semana", rememora Aida, que lo describe como una forma de estar con las "amigas y hacer un baile de grupo". El siguiente paso fue apuntarse a las "clases del ayuntamiento" donde ya entrenaba "un poquito más, pero seguía sin competir".

Entonces conoció a la que ahora es su entrenadora, Rosa García, y todo cambió. "Ella formó un club en Coruña que es en el que estoy ahora (Maxia) me fui allí a probar con doce años y me encantó", admite la joven patinadora, que afirma que después "fue todo muy rápido". Tras presentarse el primer año a segunda categoría (donde se presenta un disco con un programa corto con unos mínimos de puntuación a los que hay que llegar), logró pasar al segundo intento. 

Luego llegó el Gallego, Campeonatos de España y otras pruebas internacionales como el "Prestige" en París o la Copa de Italia, a la que accedió al quedar cuarta en el Nacional. Aunque representaba a España lo hacía en campeonatos no oficiales, a los que se podía acceder por obtener buenas clasificaciones en los Campeonatos estatales. "La primera vez que ves a patinadores de fuera es bastante emocionante", declara Aida, que recuerda con cariño el Prestige galo celebrado en París, una ciudad "preciosa" y en la que disfruto "muchísimo". Aunque declara que en Galicia actualmente son "poquitas"compitiendo por los puestos más altos, en España cree que "hay mucho nivel" y considera que es ahora cuando está comenzando a tener muchas más opciones de podio, "después de años en los que era más difícil" subirse a los primeros escalones.

De cara a las rivales en el Mundial, advierte de que habrá que tener muy en cuenta a "Italia", a la que considera una potencia, aunque tampoco descarta la irrupción de los países de Latinoamérica. "Hay muy buenas patinadoras argentinas y después Francia también puede tener alguna representante buena y Portugal", recalca. Aida reconoce que "espía" a las rivales a través de Internet, aunque se lamenta de que no se le de mucha cobertura al patinaje. "Al estar metida en el mundo del patinaje tienes interés y entonces buscas. Antes de conocer el club suponía que se celebraban campeonatos gallegos o nacionales, pero realmente no lo sabía", reseña. Afirma, por otra parte, que "mucha gente que quiere iniciarse en el deporte o simplemente seguirlo no tiene mucha facilidad. Realmente no se  ve, no se escucha. Ahora un poquito más sí, en algunos periódicos ya sale algo, pero aún es muy poco. Y ya en la televisión es algo rarísimo", denuncia.

El Mundial está ahí ya, marcado con rojo en su calendario el próximo mes de octubre, y antes vendrá el Europeo, lo que supone un verano diferente para la patinadora. "Normalmente a estas alturas del año ya hice todo lo que tenía que hacer y hasta mediados de septiembre no empezaría. Pero a finales de agosto me viene lo más gordo", remarca Aida, a la que se le dibuja una sonrisa ante el reto que está a punto de afrontar. Antes, una semana de descanso para recuperarse de un esguince que casi trastoca su Campeonato de España, pero que no me impidió subirse al tercer cajón. Un contratiempo que no ha mermado ni un ápice sus ganas. "Quiero empezar ya porque viene algo increíble y estoy muy contenta, ilusionada y con ganas de poder ir a un campeonato tan deseado", subraya. 

Un reto que afronta con prudencia, pero a la vez con ambición . "Quiero disfrutar al máximo y si puedo rascar un poco de podio, ojalá. No espero ser campeona ni creo que vaya a pasar, pero si logro estar cerca de las primeras posiciones…Ojalá. Tengo muchas ganas y me veo con opciones de quedar bien clasificada, a demostrar lo que sé y que llegué hasta ahí por algo", ratifica convencida, con los ojos relucientes de felicidad y una eterna sonrisa, la que tienen los deportistas que disfrutan y aman lo que hacen. 

martes, 5 de agosto de 2014

Frágiles, mi artículo en el @dxtcampeon

Hola a todos!
Os dejo mi artículo de esta semana

 
 
Frágiles

Parecen superhombres, dotados de fuerza sobrenatural, surcan los cielos en pos de una canasta, un mate imposible, un tapón que haga atronar la cancha. Saltan, corren, botan y tiran en  una fracción de segundo y tú ni siquiera te has enterado. Los observas con estupefacción preguntándote cómo puede ser que todo parezca tan fácil en sus manos. El balón se esconde entre ellas a base de botes imposibles y tú no consigues ni seguirlo. Es como si tuviese vida propia. ¿Tirar de tres? Sencillo librar los 6,75 que te separan de la gloria. El balón entra limpio acariciando la red. Nada los frena, no fallan en nada.

Hasta que pasa. Un mal apoyo, un descenso del cielo mal calculado, la demostración de que no eres infalible. Y el dolor. Ese que sentimos todos al ver cómo por encima de todo somos humanos. Paul George ya lo sabía, pero cuando jugaba parecía no serlo. Aún tenemos en la retina la terrible lesión que nos heló la sangre durante un intrascendente partido de preparación de Estados Unidos. Harden corría hacia la canasta dispuesto a realizar una entrada y el alero de Indiana Pacers falló al salir a taponar a su compañero en el combinado nacional.

Cuando ocurre algo así siempre buscamos justificaciones, algo que nos indique el porqué, las razones siempre consuelan. ¿Qué la base de la canasta estaba más cerca de la línea de fondo de lo que suele estarlo en las canchas norteamericanas? Es posible, pero no hay que ir a cuestiones tan técnicas, ni calcular metros o centímetros. Paul George es humano y como todos se equivoca, padece, llora y siente. Puede que el calculase mal la distancia, puede que fuese mala suerte, pero el caso es que esto nos demuestra una vez más algo que muchas veces olvidamos: somos frágiles.

Somos una máquina perfecta que nos permite correr, saltar, jugar, competir. Tenemos nuestro cuerpo, el mejor aliado para el deporte, al que debemos cuidar pero que, como nosotros, no es infalible. Un cuerpo al que hay que valorar y respetar, cuidar y mimar. Ser conscientes de su fragilidad no nos hará débiles, sino fuertes. Porque cuando se conocen las propias limitaciones se pueden alcanzar los sueños. Y por muy frágiles que seamos, esa circunstancia sólo nos hará humanos, pero nunca nos impedirá conseguir lo que nos propongamos, ni alcanzar las metas que tengamos. Sólo tardaremos un poco más en lograr nuestros sueños. Ya lo dijo Paul George: “Volveré mejor que nunca”.

Feliz martes!

viernes, 1 de agosto de 2014

FEB, la casa de los líos

Y mi último artículo, en el que se podrían matizar bastantes cosillas, como por ejemplo que realmente la Liga Endesa es una competición privada y la FEB poco puede hacer, aunque está claro que existe como hombre de paja a su desmantelización. 

 
 
No diga FEB, diga casa de los líos

Un verano más la FEB (Federación Española de Baloncesto) se ha erigido como protagonista gracias a los diferentes frentes que va dejando abiertos a su paso, destacando en muchos de ellos de una evidente falta de tacto y sensibilidad. Una semana después el COB Ourense sigue sin saber en qué categoría concurrirá la próxima temporada. Tras conseguir con el apoyo de particulares y empresas depositar el aval que exige el ente federativo y presentar una serie de documentación que certifica la conformidad de que se conforme una competición de 15 equipos, el COB se ha encontrado con que los señores de la FEB deben de estar de vacaciones.

Mientras con incertidumbre esperan que el comité de sabios se reúna y marque su destino y el de toda una ciudad de As Burgas, que respira baloncesto por sus cuatro costados, se firma un capítulo más en la historia de una Federación a la que le está faltando sensibilidad en los últimos tiempos. Nos sobran los ejemplos. Aprobar en el último minuto la inclusión del Leyma Natura Básquet Coruña, que volvió a jugar con el reloj y pudo por fortuna entrar en la foto finish. Expulsar al Bilbao Básket de ACB por impagos en la parcela  económica, no sólo a jugadores sino al Fondo Especial de Garantía  y por otra parte invitar al CB Valladolid, también asfixiado por una situación precaria en la parcela económica.

Volver a negar a Autocid Ford Burgos lo que por segundo año consecutivo de ha ganado en la cancha, el derecho a jugar en la máxima competición, y un año más confirmar la ACB como una liga cerrada en la que al final no importa su resultado en la tabla, sino si tienes o no dinero para afrontar los pagos que llenen sus arcas.

Dinero también para continuar con el chiringuito montado, que hay muchas bocas que alimentar. No importa la bipolaridad de una liga que convierte los partidos en “chorreos” de Madrid y Barça, que cada año se refuerzan con lo mejor de fuera y se llevan lo mejor de cada casa que tenga la ACB. Una competición que no tiene cabida en los medios, con partidos a todas horas el fin de semana, convertida su presencia casi en algo residual. Pero, a la FEB siempre le quedará llenarse el pecho con giras ÑBA (¿Quién designó con tal nombre a la selección?) en la que el combinado nacional nos premia con pachanguitas al trote. El último encuentro ante Alemania en  A Coruña fue legendariamente malo, pero el pueblo necesitaba circo y la FEB hacer caja.

Porque, como siempre, al final todo se reduce a eso. Al poderoso caballero. Y si la FEB osase en adentrarse más allá de los dominios de la ACB se encontraría con un baloncesto de guerrillas que sobrevive gracias al tesón de personas que apenas cobran, que manejan cantidades ínfimas de dinero pero toneladas de ilusión. Que han traído el baloncesto a los pueblos, que sólo quieren sobrevivir por encima de avales, de triquiñuelas y de giras. Equipos de los que salen los futuros campeones, los entrenadores y que nutren a la FEB del capital más valioso que tienen, el que menos valoran y que brilla más que el dinero.
Feliz viernes!

Teledeporte, artículo en @dxtcampeon

Seguimos con la actualización del pobre blog, que buena falta la hacía.

Teledeporte

El deporte perderá parte de su luz con el apagón de Teledeporte, un canal que cumple lo que debería ser un soporte de servicio público ofreciendo contenidos de interés general de los que las plataformas privadas suelen huir sino huelen dinero fresco.

Porque la final de un Europeo de baloncesto sub 20 femenino no merece la pena que sea retransmitida, porque poder disfrutar de los Juegos Olímpicos no tiene sentido, porque dar cobertura a una competición tan maltratada en los medios como la ACB carece de razón de ser. Eso han debido pensar los directivos del ente público, los mismos responsables de haber convertido el medio en un mal chiste de lo que un día fue, volviéndolo un simple aparato propagandístico al servicio del poder que manda.

Y como siempre pierden los más débiles. Un canal que absorbía buena parte de la información deportiva que no daban sus hermanos mayores. Al servicio de cualquier tipo de disciplina, convertido en referencia para los que no podíamos disfrutar de un canal temático de pago. Su más que posible fundido a negro nos va a negar nuestro derecho a la información, una maniobra perniciosa sólo a favor de hacer cuadrar una cuenta de resultados. Los números son fríos e implacables y arrasan con todo a su paso.

Dejarán en el camino un altavoz que le daba vida al deporte, que traía a nuestras casas la emoción, el esfuerzo, el sacrificio y la espectacularidad del mismo. Las lágrimas y el sudor de los héroes, sus sueños cumplidos, sus esperanzas frustradas, su último aliento, sus suspiros, los latidos de su corazón. Todo eso se irá, dicen que fusionado con el segundo canal público. Veremos si el pez grande no se come al chico. Sea como fuere, algo habremos perdido por el camino.

Lo empezaremos a notar desde ya, en cuanto queramos ver algo que no sea “el deporte rey”. Lo que no sale en los medios de comunicación no existe y en las disciplinas más minoritarias lo saben. Contra esa falta de cobertura luchan los que luego se cuelgan medallas. ¿O alguno había visto muchos partidos de la selección española femenina de waterpolo anterior a la presea en Londres? Esos deportes necesitan de canales como Teledeporte para seguir creciendo, para ocupar el espacio mediático que desde ahora les será negado.

El problema es que para los señores de traje y corbata cómodamente apoltronados en los sillones de cuero de sus despachos nada de esto tiene sentido si al final las cuentas para ellos no salen. No se trata de que pierdan dinero, sino de que pasen a ganar menos. ¡Qué importa que evitar eso sea en contra del interés general! Al menos sus bolsillos seguirán llenos, que al final es a lo que se reduce todo.

 Feliz viernes!

Club Grande, Club Pequeño, mi artículo para el @dxtcampeon

Hola a todos!
Os dejo mis artículos de las últimas semanas para el Dxtcampeón, siento el retraso en la subida. Ahora de vacaciones y con más tiempo estoy preparando una entrada muy especial.

Muy pronto os contaré más cositas...

Club grande, club pequeño

Siempre has jugado en el equipo de tu pueblo. Cuando empezaste a dar tus primeros pasos ya vieron en ti el talento innato de aquel que es capaz de guardar el equilibro sin caerse, o que de hacerlo, que fuese con estilo. Te regalaron tu primer balón y una pequeña canasta para colgar detrás de la puerta. ¿O fue una pelota de fútbol y convertiste los árboles del parque en improvisadas porterías? Pero querías más y te inscribieron en el club cercano a tu casa. Allí pisaste por primera vez una cancha de baloncesto, constataste lo altas que estaban las canastas, o lo baja que estaba la tuya, según se mire, y metiste la primera en la de preminibásket, preparada para ti y tus compañeros. ¿O tu debut fue en un campo de fútbol, donde cataste por primera vez el sabor del barro, entrenando bajo la lluvia?

Pero lo más importante es que conociste a tu primer entrenador. La primera persona que te cogió de la mano y te abrió las puertas al deporte. Que te enseñó todo lo que sabía, no sólo del deporte, también de la vida. Porque también es educar, no sólo meter canasta o marcar gol. Ese primer guía recorrió contigo el inicio del camino en el deporte y consiguió que lo amases, como ya lo amaba él. Ya no había solución para ti, una vez conoces el deporte éste se vuelve parte de tu vida para siempre.

Pasaron los años y las categorías, nuevos amigos, otros antiguos que se fueron quedando por el camino, que cambiaron de disciplina, que lo dejaron. Y entonces llega un día la llamada, esa que por inesperada es más sorpresiva. La de ese club grande, que todo el mundo conoce, donde todos quieren jugar, el de referencia. Donde hay más entrenadores, medios y prestigio por el mero hecho de vestir esa elástica. Y te quieren a ti, te piden que pruebes con ellos, que les demuestres lo que vales.

Y en ese momento olvidas la primera vez que entraste en ese pequeño pabellón que conoces bien, en ese campo de fútbol, en esa pista de hockey, olvidas a los que te formaron, a los que invirtieron tiempo y ganas en ti sin nada a cambio más que tu sonrisa y asientes. Porque es una oportunidad, porque en el equipo de tu pueblo nunca te harás un nombre, porque las oportunidades hay que cogerlas al vuelo. Pero como no tienes la certeza de que te vayan a fichar haces como el mono, que no suelta una liana sin tener otra sujeta en el brazo contrario. Así, mientras te examinas y mides las opciones de tu sueño, continúas en las filas de tu club, ese que te ha visto crecer.

He conocido a otros como tú, que se dejan engatusar por cantos de sirenas. Que creen que el hecho de que sepan tu nombre y teléfono ya te convierte en una superestrella. Esos clubes grandes que te han llamado a ti, antes ya se pusieron en contacto con quinientos como tú. Os reunirán a todos, entrenaréis, seguro que con los nervios no das tu mejor nivel, y luego harán una criba. Pero no te lo dirán mientras te secas el sudor con la camiseta, mientras observes tus piernas cubiertas de barro, mientras te quites los guantes de hockey. Te mantendrán unos días, o incluso semanas en vilo y un día te llamarán. O no. Si lo hacen te envolverán con la tela de araña de un “sí pero no”, un perro del hortelano que ni come ni deja comer. Que esperes, que no saben, que a ver, que les gustaste, pero… Que te llamarán. No te engañes, no eres diferente, la mayoría de los clubes grandes funcionan así. Los clubes pequeños forman jugadores, los grande esquilman todo lo que pueden. Y al final la triste conclusión, es que tú sólo serás mercancía.