miércoles, 19 de junio de 2019

Motivos para creer

Hola a todos!

Os dejo mi artículo de esta semana en Dxtcampeón sobre las opciones que le quedan por delante a los blanquiazules.

Motivos para creer

El Deportivo lo ha vuelto a hacer, otra vez. Superó las expectativas iniciales, primero dándole la vuelta al resultado ante el Málaga en Riazor y luego haciendo valer su renta, e incluso al final marcando, en La Rosaleda. Lo hizo, además, dando refresco a algunos jugadores muy cargados de minutos tras el desgaste en Riazor y demostrando su solvencia y fondo de armario.

Los blanquiazules tiraron de oficio, solidariedad colectiva en defensa y gozaron incluso de una pizca de fortuna. Tres palos de Ontiveros en esta eliminatoria, que podrían haber cambiado el sino de la eliminatoria si no llegan a repelir el esférico.
Con la tranquilidad del trabajo bien hecho el Deportivo es consciente de que aún queda lo más difícil, rematar la faena. De nuevo, primero en Riazor. El estadio coruñés tiene que poner la primera piedra, la afición tiene que volver a acudir en masa a las gradas y los coruñeses tienen que tratar de llegar con una renta a la final que les permita soñar. Aunque , visto el carácter del equipo en este playoff y la dinámica que lleva al equipo, ¿por qué no decirlo? Hay motivos para creer.

Si algo hay que atribuirle a Martí es el crecimiento de la escuadra en esta eliminatoria, la implicación de los jugadores, de todos, incluso de aquellos que no juegan. Muy significativo fue el abrazo de este con Mosquera justo en el momento en el que Díaz Mera pitó el final de la contienda. El técnico balear, además, supo en estas semifinales ajustar las piezas y hacer daño con los cambios. 

Lo logró ya en la ida, cuando el Málaga más apretaba, cambiando a un sistema 4-2-3-1 y colocando a Fede como enganche, lo que hizo jugar más y mejor al equipo. Y en la Rosaleda consiguió calmar el juego con Vicente en el primer acto y fue valiente con los cambios en la segunda parte, sacando ‘pólvora fresca’ y poniendo en dificultades al Málaga, muy volcado buscando un gol que al final caería para el lado del Deportivo.
Empieza la semana y una nueva batalla. No hay tiempo de festejar nada, lo habrá, si el Deportivo lo consigue, la noche de San Juan (qué simbólico sería). De momento queda por delante recuperar las fuerzas, limpiar la cabeza de exceso de euforia (aunque vistas las declaraciones de jugadores y cuerpo técnico, impera más el ‘sentidiño’) y prepararse para lo que viene. La afición también. La historia del Deportivo se ha escrito con gestas y decepciones, como las de todos los equipos, pero en el caso de los blanquiazules siempre parecen tener estas citas un cierto tono épico. 
Algunos dicen que empezamos a escribir esta historia el día que Carlos marcó de penalti y que ese día todos comenzamos a pensar que era posible, que había opciones. Un penalti en el último minutos que entonces sí que se transformó y que supuso una explosión de felicidad y que devolvió la fe perdida. 


Feliz miércoles!