Tras el frenético final de Liga retomo la publicación de post en el blog, en el periódico Dxtcampeón estaban puntualmente cada lunes, y os dejo el de esta semana.
Cambio de modelo
El Sporting de Gijón dejará de recibir dinero de las arcas municipales. 600.000 euros del erario público que ahora tendrá que buscar en el sector privado con un nuevo patrocinador ya confirmado.
En situación similar se ha visto el COB, que ve como el Ayuntamiento se niega a adelantar la subvención nominativa de 100.000 euros y les aboca a un escenario complicado, sin opciones de desahogar su situación económica. La dinámica parece indicar que el dinero público cada vez irá menos enfocado para las entidades deportivas.
Quitando clubs profesionales, que muchas veces son casi como empresas y, por tanto, entidades privadas, ahora otros, más modestos, de muy diferentes disciplinas deportivas en otras ciudades han visto cómo se reduce la cantidad que la Administración Pública destina para ellos. Un dinero muy necesario para estas agrupaciones, dinamizadoras de la actividad deportiva, que realizan una labor educativa también, y que son el motor de los hábitos de vida saludables. No hay campaña de concienciación de la actividad física que pague ni iguale el trabajo que desarrollan.
Olvido similar con las subvenciones parece tener la Diputación, que adeuda dinero a varias entidades, con el correspondiente problema que esto acarrea para las mismas, obligadas a agudizar el ingenio para conseguir las cantidades necesarias para seguir desarrollando su actividad. Detrás de ellas están cientos de niños y sus familias que merecen seguir pudiendo disfrutar de su actividad deportiva favorita. A los que no se les puede privar de aquello por lo que han pagado, que tienen derecho, cuya ilusión no entiende de dinero.
A todos ellos, así como a los monitores de las diferentes disciplinas, se les está quitando aquello que les da de comer, se les está impidiendo realizar su trabajo con las máximas garantías cuando a los clubes se les cierra el grifo. Asociaciones deportivas que generan sus propios ingresos pero que, al igual que dan mucho a la sociedad con su actividad, merezcan que esta les devuelva algo. Y este juego de feedback unas esperan lo que otras no dan.
Poco a poco con estas acciones se van minando las capacidades de estos clubs, obligados a luchar contra viento y marea para seguir sobreviviendo. Un cambio de modelo que los está ahogando y que, si no se da un golpe de timón, terminará por condenar a muchos. Quizá el problema sea que muchas Administraciones tienen el punto de mira desenfocado y se han olvidado de lo que es lo importante. Una sociedad que no cuida y mima el deporte termina albergando personas sedentarias, que enferman antes y cuya calidad de vida es peor. Quizá deberíamos preguntarnos si es esta la dirección que queremos tomar. Los primeros, los gobernantes.
Feliz martes!