lunes, 11 de agosto de 2014

Papás y deporte, mi artículo para Dxtcampeón

Hola a todos!
Os dejo mi artículo de esta semana para el dxtcampeón sobre comportamientos de padres ante partidos de sus hijos, la práctica deportiva o su rendimiento que por desgracia aún están hoy en día presentes y que creo que deberíamos erradicar por lo daniños que son. Espero que os guste.

Papás y deporte

En las gradas desgañitándose, dando indicaciones como segundos entrenadores, animando cuando hay que animar, gritando cuando ellos lo consideran. No son todos así, pero es una especie común. Podéis encontrarlos en cualquier deporte, no importa el nivel o la importancia de la competición, para ellos siempre será cuestión de vida y muerte.

Sus retoños tienen que ser los mejores, gozar de todos los minutos de los partidos, sin discusión, y ser importantes en sus equipos. Todo lo que no sea eso será motivo de critica al entrenador, independientemente del momento. Durante un encuentro, en un tiempo muerto, a ser posible con su hijo delante para que presencie el dantesco espectáculo. Creen que ayudan, creen que sus pequeños merecen más y mejor, pero en el fondo vierten su frustración sobre ellos.

Padres que tratan de vivir sus sueños a través de sus hijos, que acaban convirtiendo a estos jóvenes deportistas en personas cuya estima sólo es superior a su ego y que les enseñan que nada es suficiente para ellos debido a su altísimo nivel. Es una de las posibilidades. La otra es que sean chicos y chicas inseguros, temerosos del qué dirán, hiperexigentes consigo mismos y cohibidos por unas figuras paternales siempre dispuestas a criticar todo lo criticable.

Viendo cómo se comportan, el show que protagonizan en ocasiones en las gradas, esa educación mal entendida, uno se pregunta si no sería bueno que hubiese un cartel a la puerta de todas las canchas de baloncesto, campos de fútbol, pistas de atletismo, instalaciones deportivas en general donde se pidiese encarecidamente a los abnegados papás y mamás que acudan a ver sus hijos con el único propósito de disfrutar viendo cómo practican deporte y se lo pasan bien. Simplemente eso. Ese mismo cartel, además, debería de alertar a algunos progenitores que se abstuviesen de presenciar un choque con ánimo de convertirlo en una cruzada en pos de más minutos para su churumbel.

Padres que llevan las estadísticas en los partidos de baloncesto, que gritan a su hijo, a sus compañeros, al entrenador o al utillero, que se encaran con la grada de enfrente… Que no entienden el deporte como mero entretenimiento, sino como algo que trasciende más allá. Que se toman como afrenta personal la ausencia (para ellos siempre injustificada) de la carencia  de minutos de sus pequeños. Padres que se creen con más derecho que las personas que cada semana dedican su tiempo y sus conocimientos en transmitir unos valores que ellos con sus actos se empecinan en pisotear. A todos esos padres habría que invitarlos a esperar fuera de los recintos, los protagonistas nunca serán ellos, sino sus hijos. En ocasiones, aunque por fortuna no siempre, papás y deporte, son un mala ecuación.

Feliz lunes!

No hay comentarios:

Publicar un comentario