lunes, 3 de agosto de 2015

Provocador, mi artículo de esta semana en @dxtcampeon

Hola a todos!

Os dejo mi artículo de esta semana, "Provocador", sobre la última salida de tono de Mourinho.

Provocador

Lo ha vuelto a hacer. Mourinho, ese especialista en encender fuegos y dejar un rastro de cenizas allá por donde ha pisado, llevaba demasiado tiempo ocupando portadas por méritos deportivos, por su trabajo. Siendo, como todo apunta que es, un magnífico entrenador, ahí están sus resultados, no puede evitar echar la lengua a pacer de vez en cuando y, cada vez que lo hace, sube el pan.

Todo comenzó con unas declaraciones de la mujer de Rafa Benítez, Monte Seara, en la presentación de éste como nuevo técnico del Real Madrid, en las que aseguraba que iban “arreglando los entuertos que deja el amigo”, en alusión al técnico luso. Y en la era de las redes sociales, los smartphones y la comunicación interplanetaria rápidamente llegó a oídos de Mourinho el recadito.

Como el entrenador del Chelsea es un hombre poco fino en cuanto a las formas se esperaba una respuesta de órdago digna de abrir informativos, copar portadas e incluirse en la lista de “rajadas” de un Mourinho que parece sentirse muy cómodo en su papel de agitador de las masas. “La dama está un poco confusa. Benítez solo me reemplazó en el Inter de Milán y entonces destrozó al mejor equipo de Europa”, fue el primer dardo, respondiendo claramente a la pullita.

Pero como Mourinho no da puntada sin hilo, se guardaba otro as en la manga, un comentario bastante más hiriente y referido al físico del ahora técnico merengue y a la “supuesta” culpa de su mujer en este aspecto. “Debería ocuparse de sus cosas en lugar de en mí. Si se ocupara de la dieta de su marido, no tendría que hablar de mí”, fueron sus palabras, de mal gusto y alejadas totalmente del tema futbolístico.

Benítez no quiso entrar al trapo, aunque sí quiso puntualizar que sólo hablaba de fútbol, porque era entrenador de fútbol, y sólo de eso entendía. En el ring de las salas de prensa ya dijo claramente Pep Guardiola quien era el jefe. Enzarzarse en una pelea dialéctica con Mourinho, que parece disfrutar con este tipo de envites, bien porque responde a ellos o porque él mismo los inicia, no parece lo más inteligente.

Elegantemente el técnico blanco ha preferido evitar la confrontación. Sabe que su camino y el de Mourinho es muy probable que, futbolísticamente hablando, se vuelvan a cruzar y optará entonces por hablar en el campo. Porque es en el verde donde la provocación deja de valer y lo importante son las destrezas de los técnicos y de sus jugadores.

Y es una pena que Mourinho empañe su incuestionable calidad como entrenador, gastando tiempo y energías en encender o avivar incendios que no llevan a ninguna parte. Sin duda, es un provocador nato. La pregunta es, ¿acabarán sus salidas de tono empañando su capacidad como entrenador o es de ellas de las que precisamente se alimenta su talento?

Feliz Lunes!

No hay comentarios:

Publicar un comentario