lunes, 4 de enero de 2016

Castigado sin jugar, mi primer artículo de 2016 en el Dxtcampeón


Hola a todos y feliz año 2016!

Os dejo mi artículo de esta semana, el primera del nuevo año, titulado "Castigado sin jugar".

Castigado sin jugar

Una máxima que repiten muchos padres cada fin de semana cuando consideran que sus hijos se han portado mal. Un problema para sus entrenadores y compañeros que se ven privados de un jugador más porque sus progenitores deciden convertir un tema personal en una controversia colectiva. Los padres son muchas veces conscientes del perjuicio que crean tanto a su hijo como al equipo, pero anteponen sus deseos personales al bien común, ya que consideran que con este tipo de castigo lo están educando, y eso está por encima de todo lo demás.

El problema es que con esa actitud, egoísta, acaban por perjudicar, no sólo a su propio hijo (al que no ayudan en absoluto) sino a la escuadra de la que forma parte. Hay ciertas categorías de formación que exigen un número de participantes para que el partido no se impugne por alineación indebida. Es decir, si los padres deciden castigar a su hijo y eso hace que sus compañeros no sean el máximo exigido de jugadores, éstos han perdido ya la contienda antes incluso de empezarla.

Está claro que los niños pueden ser castigados, y que es tarea de los padres educarles, pero no creo que el camino sea eximirlos de una responsabilidad que tienen contraída, en cierto modo, con un equipo. Fallar a sus compañeros, a su entrenador e incluso al propio espíritu deportivo es incluso peor, para mí, que lo que el chaval haya podido hacer que tanto enfadó a sus padres. Cuando los escucho, no es la primera vez ni será la última, con sus pobres argumentos sobre por qué castigan a su hijo sin jugar me pregunto si no será que a ellos no les apetece pasar la tarde en un campo de fútbol o en un pabellón.

Me pregunto porque el castigo no tiene que ver con otro tipo de cuestiones, mucho más perjudiciales que el deporte, como el exceso en el uso del móvil o de Internet, que nos hace cada día personas más alienadas. A lo mejor el efecto era más educativo, aunque eso supusiese que los padres acabasen calados hasta los huesos mientras su retoño disfruta bajo la lluvia de algo que le gusta hacer junto al resto de sus compañeros.

Sea como fuere, la dinámica se repite cada fin de semana, aunque también encontramos variantes los días lectivos, con niños de primaria que no pueden ir a entrenar una hora porque tienen exámenes o a los que sus padres castigan sin sus sesiones de trabajo por las notas. Siempre hay tiempo para ambas cosas, estudio y deporte, y está demostrado que los alumnos con mejores calificaciones suelen practicarlo. No se trata de que sean profesionales, sino de que combinen hábitos de vida saludables con sus obligaciones. Si no, los padres verán cómo sus hijos caen en su propia trampa y ante responsabilidades o tareas empezarán a poner excusas sin importarles si sus acciones condicionan al resto. ¿Será que la primera piedra del egoísmo la pusieron ellos cuando pronunciaron aquella frase: “Castigado sin entrenar”?

Feliz lunes!!



3 comentarios:

  1. Hola Zeltia, soy una alumna de Publicidad y RRPP. Podrías seguirme en twitter para así poder enviarte un MD con algunas preguntas sobre tu carrera y sus salidas? Mi twitter es @Noeliafontecoba
    Muchísimas gracias!

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  2. Hola Zeltia, soy una alumna de Publicidad y RRPP. Podrías seguirme en twitter para poder enviarte un MD con preguntas sobre tu carrera y sus salidas? Me servirías de ayuda. Mi twitter es @Noeliafontecoba
    Muchísimas gracias

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  3. Claro Noelia, ahora mismo nos ponemos en contacto ;) Gracias por tus palabras

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