Después del puente os dejo ya mi artículo de esta semana en el Dxtcampeón sobre le celebración de algunos jugadores del Barcelona tras la victoria ante el Getafe.
No aprenden
Ya no está Carles Pujol para dar
una colleja a tiempo cuando te marcas un estúpido baile después de vapulear a
un rival como el Rayo Vallecano, ni un Xavi que baje los humos de una plantilla
formada por grandes futbolistas, pero también por niños ricos y maleducados.
Después de ganar con justicia en
el Coliseum al Getafe, se esperaba más del actual campeón de Liga, por lo menos
en lo referente al tacto. En lo futbolístico y en el verde, ya había demostrado
sus credenciales. Mientras el jugador del Getafe, Víctor Rodríguez, se
encontraba compareciendo ante los medios, se empezaban a escuchar unos gritos
que desconcentraban al propio entrevistado. Irrumpían entonces por uno de los
laterales y para pasmo de los allí presentes una serie de personas disfrazadas
de personajes de Halloween. Luego sabríamos que detrás de las caretas se
escondían futbolistas como Neymar, Luis Suárez, Jordi Alba, Bartra y Piqué, no
se pierde ninguna.
Periodistas y la propia jefa de
prensa del conjunto local, atónitos, observaban como la fantoche comitiva,
quizá sacando la poca vergüenza que les quedaba, se iban rápidamente por donde
habían venido. “Vaya personajes”, acertaba a decir Víctor Rodríguez, poco antes
de abandonar la sala de prensa, ante la falta de preguntas de los medios de
comunicación.
Rápidamente comenzaron a arder
las redes sociales. Defensores y detractores, como siempre. Una broma, es
Halloween, se equivocaron de sala, no querían interrumpir al jugador del
conjunto rival… ¿Habrían montando semejante quilombo si hubiesen perdido? O,
¿habrían irrumpido en la conferencia de prensa de Luis Enrique? Una vez más,
para mí, el Barcelona vuelve a demostrar cero respeto por su contrario y un
preocupante nivel de madurez de sus jugadores, hombres muchos de ellos hechos y
derechos y con hijos.
Queda claro, una vez más, que
proclamar “valors” no significa necesariamente tenerlos y que a la hora de ser
campeón en el campo, muchos de los grandes empequeñecen por sus actos fuera de
él. El capital humano del Barcelona no debería sólo medirse por los goles que
marcan sus arietes, sino por el ejemplo que dan tanto dentro como fuera del
césped. Estos millonarios que tienen la fortuna de ganar ingentes cantidades de
dinero por darle patadas a un balón, y suerte para ellos, porque sino muchos de
ellos no tendrían ni oficio ni beneficio, se olvidan que son el ejemplo en el
que se miran muchos niños y que sus actos, para bien y para mal, son imitados.
Pero parece claro que a pesar de
todo, y aunque no es el primero y seguro que no será el último patinazo del
Barça en este terreno, sus jugadores no aprenden.
Feliz martes!
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