martes, 30 de junio de 2015

Veinte años no son nada, mi artículo en el Dxtcampeón

Hola a todos!

Os dejo mi artículo de esta semana en el Dxtcampeón sobre los 20 años de la consecución del título de Copa del Rey por parte del Deportivo,

Feliz martes!

Veinte años no son nada

Para todos aquellos niños cuyo nuestro primer recuerdo del Deportivo es aquel fatídico penalti de Djukic, aquellos que pasamos de la pena a la alegría cuando José Ramón levantó la Copa del Rey arrebatada al antes villano Valencia, veinte años no son nada. Dos décadas en las que conocimos ya al conjunto blanquiazul en Primera, al menos mi memoria se remonta ya al equipo deportivista en la máxima categoría del fútbol español.

Una escuadra modesta pero con garra, el equipo de Bebeto y Donato, de Djukic, de Paco Jémez, de Fran, de Manjarín, de Alfredo, de Claudio Barragán, de Liaño…Cuando la palabra galáctico aún no estaba de moda, cuando los futbolistas eran noticia por su juego y no por su vida privada, hace veinte años el Deportivo comenzaba a escribir su etapa más gloriosa. Una época que afortunados como los de mi generación vivimos en nuestra infancia y parte de adolescencia.

Un equipo que nos había hecho llorar a todos con aquella pena máxima errada, resumen de lo que sería para siempre el aficionado blanquiazul: un hincha sufridor, pero también un seguidor que nunca se rendiría y fiel siempre a sus colores. Sólo así se explica la marea deportivista de 35.000 gargantas que aquel 24 de junio de 1995 acompañaron a los blanquiazules. El delirio del gol de Manjarín lo vivíamos en mi casa mientras la cámara enfocaba a mi padre en el tercer anfiteatro. Recuerdo pegar un salto ante el televisor, y alegrarme pensando que todo aquello estaba siendo grabado en VHS. Aún tenemos esa cinta en casa.

Recuerdo el gol de Mijatovic, la decepción, el miedo a que la pesadilla se repitiese y el Deportivo volviese a hincar la rodilla ante el Valencia. ¡Y cómo olvidar la posterior tromba de agua! Tres días después, el 27 de junio, se reanudaría la contienda, once minutos por delante. Algunos lo vieron en Madrid, mi padre vio el resto en la tele del salón. Sin casi tiempo para ponernos nerviosos por lo que nos esperaba llegaba el gol de Alfredo, que volaba y superaba el puño de Zubizarreta.

Recuerdo los nervios posteriores a la diana, las ganas de que terminase el encuentro y de poder celebrarlo. Y por fin García-Aranda pitaba el final. Y entonces se hacía cierto aquel dicho que había pronunciado Liaño ante los micrófonos con la Liga perdida en Riazor hacía poco más de un año “arrieritos somos y en el camino nos encontraremos”. Allí a los pies del Bernabéu se lo recordaban los periodistas y el señalaba a la afición que disfrutaba en la grada del estadio blanco y decía: “Lo importante es esto”.

Dos décadas después, y aunque hayamos vivido la época más gloriosa del Deportivo, con una Liga, aquella semifinal de Champions, varios subcampeonatos, muchos de nosotros, de aquellos niños, seguimos recordando con cariño y cierta nostalgia aquel primer título que despidió a Arsenio Iglesias, pero que presentó al Deportivo ante sus rivales y logró su respeto. Un equipo que se ganó los corazones de muchas aficiones, no sólo el de la suya. Esos niños que recordamos la gesta de la Copa del Rey ya hemos crecido, pero seguimos vibrando y sufriendo como aquel día con el conjunto blanquiazul. Porque 20 años no son nada. 

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