Sin duda, esto ha sido el Deportivo esta semana, otra más que no se consiguen los tres puntos. Lo indecoroso de siete días donde sólo se ha hablado de la remontada que tienen que hacer los de ¿Roura? en Champions y en los que las ruedas de prensa azulgrana sólo han sido una batería de preguntas sobre cómo parar la maquinaria italiana. Ni rastro del Dépor. Miles de eufemismos: partido trámite, test, encuentro normal (siempre me ha fascinado esa palabra, qué es ser normal??).
Un partido para recuperar sensaciones, para no encajar, para coger moral. Y sin duda no fue el Dépor el perfecto sparring, porque dejó hacer y deshacer a su antojo a los culés, que en un partido digno de una siesta épica consiguieron sin despeinarse ganar 2-0 y dar la sensación de que pudieron caer más. Fin del trámite y ahora viene lo bueno, ¿cómo se le remonta al Milan? Y entonces nos acordamos de ese Dépor que, en plena época dorada eliminaba a los transalpinos, remontada incluida, y le preguntamos a los supervivientes de tamaña gesta cómo lo hicieron. El equipo blanquiazul marcará el camino a seguir para los culés.
Doble regalo herculino: devolución de la confianza perdida (porque el pobre y solitario líder estaba triste y deprimido, qué duro es perder) y consejo valiosísimo de cómo golear al Milan. ¡Si es que son más majos estos chicos que visten de blanquiazul!
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