Y no la habrá mientras que los que calientan sus posaderas en los sillones de cuero de los despachos de las redacciones, de las teles, de las radios se crean que tienen la mano o el dedo de Dios para poder decidir quien se queda y quien se va, se crean inmunes a que sus sueldos mengüen, sus privilegios se vean reducidos. Por favor que alguien los baje de la nube, de la parra, del burro o de donde estén subidos y se den cuenta de que YA ESTÁ BIEN.
Basta de que se suban el 15% los altos cargos (director, subdirector etc etc...), muchos de ellos que no saben hacer la O con un canuto, y hagan ERES encubiertos en las redacciones. Basta de exprimir a los redactores, fichar a carne fresca becaria por cuatro duros o gratis, ¿para qué gastar?, echar a los viejos, que total, nada saben y estorban, hacer periódicos cual churros, convertir las horas extras no pagadas en sintonía habitual.
Y basta ya de mirar para el otro lado el resto, de respirar cuando el de al lado es despedido, cesado, escupido de forma perniciosa (el mismo día, el día antes), con promesas y cumplidos vacíos (si tanto valgo me quedaría, no?), basta de mentiras y de excusas de mal pagador. Sigan los trabajadores que se han quedado suspirando aliviados y no se pregunten qué pasa con un sistema y un empleo, es periodismo, que se está pudriendo gracias a las altas esferas que los dirigen. Recuerden que, cada persona que se va, es una menos que queda para que les toque a ustedes. El reloj no para de girar.
Ánimo a todos los que han sido privados de su trabajo, de uno de sus derechos. Algunos me tocan de cerca, otros de lejos, pero nadie merece esto. NADIE. Y los que lo merecen no se bajarán de la poltrona, están demasiados cómodos impartiendo justicia cual circo romano. Que tengan cuidado, no vaya a ser que un día el pulgar hacia abajo les señale a ellos. Los leones siempre tienen hambre.
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