Hola a todos!
Os dejo mis dos últimos artículos en Dxtcampeón. El primero, sobre el uso de las RRSS por parte de los deportistas, y la segunda sobre Zidane y sus declaraciones, de forma más o menos velada sobre Benítez.
Deportistas y redes
sociales
Con la proliferación de las redes
sociales y la implantación masiva de los smartphones hoy en día la información
vuela, al minuto podemos convertirnos en informadores e interactuar con
nuestros ídolos. En el deporte, raro es el deportista que no cuenta con un
perfil en Twitter, Instagram o cualquiera de las redes sociales más populares.
Algunas de ellas, gestionadas por empresas de comunicación, se cuidan mucho a
la hora de publicar tuits, tratan de medir los tiempos al hacer los anuncios y
filtran los mensajes de forma responsable y respetuosa.
Lo que dicen los deportistas, y cualquiera en
general en redes sociales, no deja de ser su tarjeta de presentación virtual, y
puede dar una buena o mala impresión en décimas de segundo. No sólo de
carácter, talante o forma de ser, sino también de conocimiento en temas más
básicos como la ortografía. El Twitter ya le ha jugado malas pasadas a algunos futbolistas
, que se quedaron sin firmar contratos por “píos” en la red social del pajarito
en el pasado (que se lo pregunten a Julio Rey, que vio cómo se frustraba su
fichaje por el Fabril por un desafortunado tuit en 2012).
Para evitar patinazos, los
deportistas cuidan mucho lo que dicen y cómo lo hacen en redes sociales, coto
que se ha convertido también en zona de escarnio de algunos aficionados, a la
par que muro de lamentaciones de los propios deportistas e incluso tablón de
disculpas públicas “si alguien se ha sentido ofendido”. Pero algunos jugadores
disfrutan como pez en el agua de la controversia, los dimes y diretes de las
redes sociales, y no pierden la oportunidad de mofarse de los rivales, dar
lecciones o simplemente crear polémica, que es de lo que parece que viven
algunos.
Esta semana, de nuevo, Piqué
volvía a ser noticia, y de nuevo lejos de serlo por sus actuaciones sobre el
césped. Enzarzado en un toma y daca con la cuenta de un conocido programa
radiofónico, ésta tuvo como detonante el tanto de Torres ante el Eibar. La
diana acababa así con su sequía goleadora. De la supuesta hamburguesa milagrosa
que devolvió el olfato goleador a “El Niño” pasamos al tatuador, al taxista,
luego metimos a Neymar de por medio, una falta de ortografía, la maravillosa
minoría y hasta el 0-4 del pasado 21 de noviembre en el Bernabéu.
Toda una mezcla explosiva con el
central catalán seguramente a carcajada limpia desde el otro lado de la
pantalla de su móvil de última generación. Con ganas siempre de polemizar, lo
mejor que podíamos hacer por él era dejar de concederle todo lo que desea. Da
la impresión de estar demasiado acostumbrado a salirse con la suya. Con ese
salero no es de extrañar que él mismo gestione su cuenta de Twitter, a gracioso
no le gana nadie.
El problema puede radicar en que
un día tanta broma, como un boomerang, le rebote en la cara. O que cada vez sea
más célebre por sus tuits que por el buen central que sigue siendo, aunque con
estas salidas de tono parece querer que lo olvidemos.
Camadería
Ha pasado ya más de un mes desde que el Madrid echó por la puerta de atrás a Rafa Benítez, una apuesta personal de Florentino Pérez, que no veía en Carlo Ancelotti a un entrenador ganador. Gracias a este hecho y a la llegada de Zinedine Zidane, por fin hemos descubierto lo que es un entrenador.
Es aquel que llega cuando aún ni siquiera se han despedido al otro pero siempre tiene a su predecesor presente. Porque haciendo gala de elegancia y con una media sonrisa de lado, el preparador galo apuntaba recién aterrizado en la casa blanca que había encontrado al equipo justo físicamente.
Golpe directo a la línea de flotación de Benítez. Eso sí, una pullita dicha con la elegancia de este señor.
Y por si no quedaba claro que los jugadores del Madrid llevaban tiempo haciendo uso de su poder para terminar echando al entrenador, porque hay plantillas que pone y quitan técnicos, salieron todos raudos y veloces a "rajar" del anterior.
Ninguno se habría pronunciado de forma tan clara hasta ese momento, ni había manifestado su disgusto. ¡Que liberación ha debido de suponer poder por fin hablar libremente!
Dicen que ha vuelto la alegría al Madrid, lo quieren y respetan a Zidane. También es cierto que todo lo que hace el técnico es visto como novedoso: vídeos de los rivales, scouting, arengas a sus jugadores... Lo nunca visto en dirección de partido y de equipos. Por ahora el calendario no le ha dado grandes sobresaltos al Madrid, con rivales asequibles y el Deportivo pagando la novatada del estreno de Zizou. Incluso descalabros cómo ante el Betis en Sevilla son vistos con otros ojos si el que te dirige es el francés.
Cuestión de gustos, ¿ o será más bien que más vale caer en gracia que ser gracioso?
El caso es que la prensa, implacable con Benítez, suspira con cada movimiento de Benítez. No hay tertulia ni columna periodística que no ensalce la figura de Zidane. Su leyenda futbolística trasciende hasta sus jugadores, embelesados con todo lo que atañe a su técnico. Algunos lo recuerdan por aquel gol ante el Bayern Leverkusen de 2002 que le dio la Champions al Madrid, otros lo recordamos por el cabezazo a Materazzi en 2006. Ahora tenemos un nuevo motivo para recordarlo: la camadería con Benítez.
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