lunes, 19 de octubre de 2015

Grada, mi artículo en Dxtcampeón

Hola a todos!

Os dejo mi artículo de esta semana en Dxtcampeón sobre el público que acude a las gradas a ver los encuentros. Yo suelo estar compitiendo, pero sé claramente en qué grupo estoy ;)

Gradas

No nos vamos a ir al deporte profesional, porque en las gradas y, en general, los lugares donde se sitúa el público para ver los partidos de las diferentes competiciones que han comenzado con le llegada del otoño, podemos encontrar diferentes tipos de aficionados. Los hay que acuden a presenciar los encuentros con la única pretensión de disfrutar de una contienda. Simplemente eso.

También tenemos a los, mayoritariamente padres de los que juegan, se pasan todo el partido desgañitándose dando instrucciones a sus hijos sobre lo que tienen que hacer. Imagino el cacao mental que debe de tener el pobre chaval sin saber a quién hacer más caso, si a su padre/madre o a su entrenador. Y todo esto aderezado, seguramente, con un puntito de vergüenza por parte del jugador.

Están, además, los que son incapaces de ver un encuentro sin criticar todo cuanto ocurre en él: los jugadores no corren, el entrenador no dirige bien, no se defiende, se ataca mal, el campo está impracticable, que frío hace, vaya madrugón para venir a ver este churro de partido…etc etc. Ver junto a ellos un duelo es garantía de acabar amargado sea cual sea el resultado.

Por supuesto tenemos a aquellos que ponen de vuelta y media al técnico, dando consignas de cómo debería gestionar el partido, esgrimiendo pautas sobre la dirección del juego, criticando táctica y cambios y, en general, todo lo que atañe al entrenador. Si le pitasen los oídos, seguramente acabaría sin tímpano. Bonitos trajes se le hacen siempre en las gradas, casi siempre diseñados por sastres sin título.

Y por si no llega con poner verde al preparador también tenemos al árbitro, otra diana de dardos envenenados con el que el público se ceba. En este caso los argumentos son menos elaborados y todo se suele reducir regalarle insultos poco originales y siempre basados en su incapacidad. ¡Hasta los aplausos son de modo irónico! Siempre que pasa esto en un campo me pregunto si estará la madre del susodicho en la grada y la gracia que le debe hacer que la menten.

También los jugadores a veces somos abducidos por los instintos más bajos que emanan de la grada. Y pensamos sólo en nosotros. “Es que no me pasan el balón, es que juego poco, este no fue a entrenar en toda la semana y juega más que yo, el entrenador se equivoca, qué árbitro más malo…”

Cuando hacemos eso, cuando nosotros pasamos a ser lo importante, cuando nuestro ombligo es el centro de la tierra, olvidamos cuál es el objetivo común y único que tiene cualquier equipo, que es ganar. Por encima de individualidades, de egoísmos, de opiniones sobre técnico o dirección de juego y de un sector de la grada que a veces no ayuda.




Feliz lunes!

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