Os dejo mi artículo de esta semana en el Dxtcampeón, "Sólo vale ganar" sobre la importancia de enseñar en formación valores más allá del triunfo
Sólo vale ganar
Frase mil veces repetida cuando la victoria es capital, cuando el triunfo no es negociable. Dicha por entrenadores, técnicos, jugadores, padres, periodistas etc como un mantra infinito. Necesidad imperiosa para el Deportivo ante el Elche, para los equipos y deportistas profesionales, pero que sería bueno matizar cuando nos vamos al deporte aficionado.
Esta frase, empleada a veces de forma perniciosa, justifica que un equipo enfrentado a otro de nivel claramente inferior, presione y asfixie a su oponente para ganar por el máximo posible sean goles, canastas. No sólo hay que vencer, a ser posible el rival tiene que ser humillado. No entiendo cual es la enseñanza de pasar por encima de un conjunto que no genera oposición, no comprendo qué se saca en limpio ni tampoco los alaridos de algunos padres cuando sus pupilos consiguen una ventaja ya definitiva.
Ese mismo conjunto, que sin reparos y con todas las de la ley no escatima en pases imposibles y cabriolas para demostrar que es mejor. Entrenadores que justifican el método porque “es lo que les enseñamos” porque “queremos la máxima intensidad” porque “respetamos al rival y no bajamos la guardia”. Discurso que cambia totalmente cuando enfrente hay un grupo de nivel similar o incluso ligeramente superior. Ya no se presiona, ya no se arriesga, ya no hay arengas rabiosas de los tifossi en las gradas. Toca juntar líneas, esperar atrás y aguardar al fallo del contrario. Todo el descaro demostrado ante un equipo al que se le podía ganar sin despeinarse muta en una propuesta pobre, en la que se confía expectante en que el contrario se equivoque para aprovecharse del error.
Ya no se propone juego, ya no hay alegría en él. Cuando la sombra de la derrota asoma el “sólo vale ganar” se hace aún más presente y aquellos que no están acostumbrados a jugar de tú a tú saben que sólo la falta de acierto del rival les dará la victoria. Planteamiento mediocre pero válido y que te justifican tan fervientemente los técnicos como cuando presionan sin paliativos.
Veo a los jugadores del equipo que ha ganado sin contemplaciones irse, felicitados por sus progenitores, sacando fotos al marcador, celebrando el triunfo como si hubiesen ganado al primero, con ese aire de sentirse ligeramente superiores, es cierto lo son, pero que flaco favor hace al deporte. Hoy arriba, mañana abajo, y entonces recuerdo que es el mismo conjunto que hace un año se encerraba para no perder y enmarañaba un partido ante otro que respondía a sus estocadas con igual fuerza.
Una pena que la enseñanza que saquen de la “paliza” propinada ahora sea lo buenos que son y lo bien que juegan. Una lástima que eso sea lo único que vayan a sacar en limpio, mientras se frotan las manos pensando en su próxima víctima. Sólo queda el consuelo de que algún día tendrán enfrente a un rival que les hará sudar la gota gorda, contra el que tendrán que apretar los dientes y ante el que hinquen la rodilla. Porque en formación, por fortuna, antes que ganar hay mucho más que vale, aunque por desgracia a ellos no se lo hayan inculcado.
Feliz lunes!
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