Os dejo mi artículo de esta semana en el Dxtcampeón, en el que se coló en la edición impresa un párrafo del que realicé la pasada semana :P. Aquí lo tenéis íntegro y sin párrafo oportunista y aprovecho para hablar sobre de lo poco que se habla últimamente de deporte.
Espero que os guste.
Feliz lunes!
No se habla…
Hay un deporte del que en estos días, desgraciadamente, no se habla. Lejos de declaraciones de alto riesgo, de dimes y diretes, de desinformación, de interesada información, del “y tú más”, de comisiones antiviolencia. Ese que nace del trabajo y del sacrificio, ese con el que deberían ocupar su tiempo las secciones de deportes, ese que cuenta bajito sus alegrías, porque sabe que no puede ni debe tapar a otros más mediáticos y en estos días, tristemente, actuales por temas extradeportivos.
No se habla de los oros de Mireia Belmonte en Doha, por poner un ejemplo, más que casi de puntillas, como si se diesen por hecho, como si fuese sencillo. Ella repite una y otra vez el trabajo que les cuesta conseguirlos, las horas de entrenamiento condensadas en escasos minutos en una piscina. Sus éxitos son un eco casi imperceptible. Sí se habla, otra vez como cada año, del Balón de Oro, de candidatos, de conspiraciones, de favoritos, de Platini, de votaciones, de quinielas, de quimeras…Un estruendo que aún no ha hecho más que empezar y al que seguirá la correspondiente réplica tras la designación. Gane quien gane seguiremos con el circo.
No se habla de un mito como Fernando Martín, icono dentro y fuera de la cancha, recordado esta semana 25 años después de que se apagase su luz. Conquistador de la NBA, poseedor para siempre del 10 de la elástica del Madrid, contemporáneo de otros grandes como Epi, integrante de aquella selección que hizo soñar a mis padres en Los Angeles 84. Mucho vivido y mucho por vivir que se perdió aquel 3 de diciembre de 1989.
Se ha puesto el foco en aspectos que nada tienen que ver con el deporte, que no representan los valores del mismo y se ha elevado el tema a niveles que invitan a pensar que no estamos seguros en ningún campo ni en ninguna cancha. Ojalá que pronto podamos volver a hablar de lo que pasa sobre el césped, sobre la cancha, en la pistas, en las piscinas. Que hablemos de noticias que tengan que ver con el deporte en positivo, que los medios sean responsables de poner el énfasis en lo que tiene que ver con la competición y que no mercadeen con lo sórdido, con aquello que llena titulares pero vacío de sentido. Hablemos de deporte, del que apasiona, del que emociona, el que hace que amemos ir a las canchas, a los estadios a animar a nuestros equipos, a mostrarles nuestro aliento, a llevarlos en volandas en la victoria. Eso es deporte, el resto no tiene cabida.
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