lunes, 10 de febrero de 2014

Xogos Escolares y artículo en el dxtcampeón, "Equipo"

Hola a todos!

Os dejo mi artículo de esta semana en el dxtcampeón, mi modesto homenaje a los equipos. Fácil escribir sobre lo que se siente al formar parte de uno, ya que es un privilegio que puedo disfrutar al formar parte del Baloncesto Cambre.


Equipo

“Los buenos equipos acaban por ser grandes equipos cuando sus integrantes confían los unos en los otros para renunciar al “yo” por el “nosotros”. (Phil Jackson, entrenador de baloncesto)

Las relaciones humanas implican convivencia. Concebir la vida como una travesía en el desierto debería ser una quimera. Nacimos para vivir en sociedad, para entendernos y para compenetrarnos. Y nada como el deporte como ensayo de ese modus vivendi. Formar parte de un equipo es mucho más que compartir una camiseta o un escudo. Supone más que coincidir en entrenamientos semanales o jugar partidos los fines de semana.

Implica para empezar poseer el sentimiento de pertenencia a un grupo. Al igual que nos sentimos arropados por una familia o nuestra pandilla de amigos, un conjunto nos acoge y nos da cobijo. Nos demuestra que las relaciones se cimentan también en la lucha que implican los encuentros y en la adversidad de las derrotas. Nos enseña que es en la colectividad donde está la fuerza, aunque cada jugador debe de intentar dar lo mejor de sí mismo.

No importa las veces que nos caigamos, siempre tendremos una mano tendida dispuesta a levantarnos. Fallaremos y erraremos mil veces pero habrá una voz que nos recordará que siempre hay una nueva oportunidad una vez el balón empieza a andar. Las críticas no nos derrumbarán porque siempre irán acompañadas de sabias enseñanzas y nos ayudarán a mejorar cada día.

El grito más fuerte será el del banquillo y las fuerzas no nos abandonarán sí creemos en lo que hacemos. Porque en el baloncesto como en la vida como decía Bozidar Maljkovic sólo hay dos posibilidades: sprint o stop. Aprenderemos que los trenes sólo pasan una vez y que lo que importa es el aquí y el ahora. Que el creer que puedes es ya tener medio triunfo ganado y que el resto nace del trabajo y del esfuerzo.

Que se aprende más de una derrota que de cien victorias, que hay que saber convivir con las dos situaciones y que cuando se pierde lo único que importa es saber levantarse para ganar. Alegría y tristeza se entremezclan, dolor y alivio, satisfacción y frustración. Ni en el mejor laboratorio se podría diseñar mejor prueba empírica de las enseñanzas que transmite el deporte de equipo para la vida.

Orgullosos deberían estar aquellos que pertenecen a uno, que sufren las derrotas y celebran los triunfos con sus compañeros, que pelean hasta el último aliento por un balón, que respetan al rival pero nunca lo temen, porque en el miedo está la fuerza del adversario. Jugadores de un equipo que, en definitiva, son capaces de ponerse en el lugar del otro y que terminan por renunciar a su individualismo para convertirse en uno solo, para ser un “nosotros”.

Y aquí os dejo el reportaje de la pasada semana de los Xogos Escolares, dedicado al waterpolo:


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