martes, 18 de febrero de 2014

Silencio, mi artículo para el Dxtcampeón

Hola a todos!

Os dejo mi artículo de esta semana en el Dxtcampeón sobre la falta de ayudas que sufren los deportistas. Me ha servido de inspiración la carta abierta de Pedro Nimo que pone voz a miles de historias como al suya de verdaderos currantes del deporte que no tienen más ayuda que su fuerza y ganas para conseguir sus gestas.

Feliz martes!

 Silencio

El deporte profesional vive tiempos difíciles. Lo hemos visto esa semana con el retiro temporal del triatleta santiagués Antonio Ruanova, que como flamante subcampeón de España deja la élite para poder ampliar sus estudios con vistas al futuro. Con el anuncio de la búsqueda de micromecenazgo del palista Carlos Rial y Álvaro Fernández Fiuza. No importa que el piragüista de Cangas fuese oro en Pekín, la crisis golpea con fuerza sobre el deporte y la tijera no vacila a la hora de cortar las ilusiones de los deportistas con los que antes otros se sacaban la foto y se les llenaba la boca apuntándose los tantos.

Sueños rotos los de Pedro Nimo, que renuncia a competir con España o Galicia en competiciones internacionales. El ganador de la última Clásica Behobia-San Sebastián ha dicho basta. El sonrojo que tendría que provocar su carta se quedará en un mínimo rubor, si es que vergüenza les queda. Malos tiempos para los deportistas, salvo si se trata de futbolistas de Primera División. No hay glamour detrás de los atletas de élite, sólo incontables horas de entrenamiento. No hay jets ni estancias en hoteles de cinco estrellas, ni sueldos o contratos millonarios. No hay horas de televisión en el desayuno, a la hora de comer ni en prime-time girando sobre banalidades. No hay portadas de periódicos cantando las gestas, que realmente sí que lo son, porque siempre habrá algo más importante que contar sobre el “deporte rey”.

Mientras se endiosan a deportistas, con más o menos motivo, se olvidan a los verdaderos “currantes” que día a día hacen encaje de bolillos para compaginar sus trabajos con el deporte.  Son los mismos que luego forman parte de las selecciones nacionales y los que arañan segundos en los informativos, eso siempre y cuando se traigan un metal colgado del cuello.

Detrás de esas preseas hay sesiones interminables de trabajo, sacrificios y entrenamientos compaginados con empleos, familia y trabas. Las que ponen la falta de ayudas, el hándicap como indicaba Pedro Nimo de tener que esperar a ganar para recibir algo, cuando todos sabemos que lo complicado son los inicios. No apoyar al deporte, dejarlo de lado y condenar a nuestros deportistas privándoles de la posibilidad de competir con un mínimo de dignidad, hacía eso nos dirigimos, si es que no hemos llegado ya a ese punto.  Algunos ya han alzado la voz, pero por ahora el silencio sigue siendo el más ensordecedor de los sonidos.

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