Os dejo mi artículo de esta semana en Dxtcampeón, sobre la reestablecida unión entre el Deportivo y la afición.
Cerrando Heridas
Al margen de la incontestable victoria del Deportivo ante el Elche y el hecho de que el Abanca Riazor siga siendo un fortín, algo imprescindible para poder lograr el ascenso, amén de sumar a domicilio, se vio una esperanzadora comunión entre el equipo y la grada.
Algo que no se percibía desde hacia tiempo, que se había perdido en gran medida en la campaña pasada, marcada por el baile en el banquillo, los problemas en el vestuario y la mala imagen en el campo. El viernes se vio como equipo y afición volvían a ser uno solo, remando en la misma dirección, caminando hacia el mismo objetivo común. Es fundamental que se recupere esa unión, esa complicidad.
Muchos dicen ver ya mimbres de que esas heridas se están cerrando, que se están cicatrizando y que el campo coruñés vuelve a mostrar un entendimiento total con su escuadra. Un plantel que lo está dando todo en el verde, cuya propuesta, abanderada por Natxo González, está poco a poco dando sus frutos, y con unos jugadores comprometidos con la causa.
Hablaban los seguidores de una imagen para ilustrar que el plantel está concienciado y que van todos a una. En el segundo tanto de Carlos Fernández en la banda calentaban Michele Somma y Borja Valle y este último celebraba con júbilo el tanto del canterano sevillista. No hay egos en este vestuario, no importa que unos jueguen más y otros menos todos pelean por el mismo. El colectivo por encima de las individualidades. El construir un grupo humano bueno, uno de los objetivos que se marcó Carmelo del Pozo está cogiendo forma y este Deportivo a reenganchado e ilusionado a la afición. Que dure.
Feliz lunes!
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