Aquí os dejo mi artículo de esta semana en el dxtcampeón sobre la despedida de Lamar Odom, tras su paso fugaz por el Baskonia.
Feliz martes!
Hasta pronto Lamar
Ni un mes después de que el Baskonia anunciase su contratación, el mediático Lamar Odom, el ángel caído de la NBA que quería redimirse en Europa tras salir por la puerta atrás de la mejor liga del Mundo, se desvincula del conjunto vitoriano. Dos meses de baja para el ala-pívot que terminan con su aventura en la Liga Endesa y frustran las esperanzas del conjunto de Sergio Scariolo de levantar el vuelo con el fichaje más mediático del año en la ACB.
La culpa de su repentina despedida es una radiculitis lumbar, que le hace abandonar la competición española después de haber disputado un par de encuentros con el conjunto vitoriano dejando unos discretos números: 2 puntos, 2 rebotes 1 asistencia en 23 minutos disputados. Llegó a Vitoria tras haber promediado la pasada temporada con los Clippers 4 puntos y 5,9 rebotes. Muy lejos quedaban ya sus guarismos en la NBA de épocas doradas de 13,3 puntos, 3,7 asistencias y 8.4 rebotes en sus casi 1.000 duelos de la temporada regular sumando los propios Clippers, Heat, Lakers y Mavericks.
La misma conmoción, en positivo, que supuso su llegada a la competición española ha provocado ahora su adiós. En una liga claramente dominada por Madrid, intratable e invencible, la llegada del estadounidense era el condimento necesario para aliñar un campeonato que año a año pierde lustre. Impensable disputarle el control de la ACB a los dos todopoderosos, los mismos que dominan en la Liga Española de fútbol, los mismos que fichan a golpe de talonario al jugador que despunta en los conjuntos rivales. Que se lo pregunten al Obradoiro y a Salah Mejri, por poner un ejemplo.
Era precisamente el entonces Caja Laboral el que en la temporada 2009-10, con un decisivo San Emeterio, arrebataba el título al Regal Barcelona. Muy lejos parece que queda ya esa gesta, la demostración de que el campeonato podía perder su bipolaridad, dejar de ser cosa de dos, probar que había más equipos. El Baskonia, puede que también fuese una maniobra de marketing, pero quería recordar con la llegada de Lamar Odom que había vida más allá del eterno clásico y que el resto de escuadras, lejos de ser meras invitadas al festín, podían también dar un golpe sobre la mesa.
Posiblemente lo mismo quería probar Lamar. Al margen de que de un tiempo a esta parte se hablase más de lo que hacía fuera de la cancha: sus visitas a los centros de rehabilitación, su convulsa vida matrimonial, con reality show incluido, su descenso a los infiernos, sus misteriosas desapariciones y todo con lo que se pudiesen llenar los tabloides, que viven de las miserias ajenas. No se hablaba de aquel niño que vio morir a su padre adicto a la cocaína, huérfano de madre a los 12 años y que se crió con su abuela. Que en 2006 despidió a su hijo de seis meses y que en 2011 se vio implicado en un accidente donde murió un joven de 15 años. Un alma atormentada muy lejos de la felicidad que nos quería mostrar en “Khloe y Lamar”.
Dijo en su despedida del Baskonia
que “todo pasaba por una razón” y que en Vitoria tenía ahora “un hogar” que le
esperaba. Un sitio donde sentirse seguro, arropado y en el que los miedos no
pudiesen entrar. Un lugar que posiblemente no haya conocido nunca en su vida.
Aquí te esperamos. Hasta pronto Lamar.
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