Pues sí señores, Iker de España, el santo, el que nos dio el Mundial, el que nos trajo la Eurocopa en aquella épica tanda de penaltis, el del beso a la periodista-novia Sara Carbonero ahora calienta banquillo en el Real Madrid. Y la vida sigue. Aunque desde ciertos programas deportivos nos estén vendiendo el anuncio de la Apocalipsis, el conjunto blanco juega y gana con su ahora portero titular Diego López.
Complicada papeleta la del lucense, que está en un puesto mirado con lupa y que, al parecer, ya estaba asignado a dedo. Ya sabíamos todos que en cuanto el innombrable se fuese por la puerta de atrás San Iker recuperaría la titularidad pero, ¡Oh, sorpresa! El señor Ancelotti ha decidido darle la alternativa al teórico suplente. Y ya tiene montado el lío el técnico blanco. O eso es lo que nos quieren vender. Porque puede ser, sí quizá podamos osar pensar, que Iker no está al 100% o que el míster ve al de Paradela mejor, vaya usted a saber.
Sea como fuera el tema es jugoso y los programas deportivos?¿ lo exprimen al máximo, repartiendo minutos entre ese tema de capital importancia y la llegada de Bale. El resto de polideportivo puede esperar, que Márquez aún no ha igualado a Rossi y el Madrid es mucho Real. Complicado panorama para los dos cancerberos. Diego López porque sabe que su trabajo sufre el diario escrutinio público, Casillas porque tiene que asumir un papel al que llevaba años que no estaba acostumbrado (obviando el anus horribilis con Mou).
Obviamente sólo el preparador de porteros y el propio técnico conocen las razones pero, ¿realmente importan? Simpatizando con Iker, pero siendo objetiva, ¿quiénes son los medios de comunicación para cuestionar las decisiones técnicas? El entrenador debería tener potestad para poner a quién le venga en gana y no sería de extrañar que Ancelotti haya alineado al meta gallego en una clara declaración de intenciones. Estas son sus reglas y su equipo siguiendo la línea iniciada por el míster portugués, que acabó con la tiranía de las alineaciones a la carta.
Alegar falta de respeto, sí, se ha dicho, por no incluir en el once al de Móstoles es totalmente desmesurado, además de una (esta vez sí) falta de respeto hacia su compañero ahora titular. Al jugador no se le insulta por no incluirlo en una alineación, se le alerta de que tiene que mejorar. O se le da un toque de atención para que no de nada por sentado. El italiano sabe muy bien lo que pasó el año pasado, y pese a que nos quisieron vender de forma interesada las maldades de Mourinho (no seré yo quién lo defienda) también es cierto que de forma premeditada en el entorno del portero se filtraron informaciones que fueron minando la autoridad aún más del propio entrenador. Y la experiencia me dice que nada es blanco o negro. Tampoco ayuda que tu pareja esté en el ojo del huracán, pero eso es otra historia.
Sea como fuere, el caso es que Casillas no es titular y el maremoto va camino de convertirse en tsunami en medio de informaciones que sitúan al portero en la órbita del eterno rival. Y mientras el mounstro amenaza con comerse los últimos años de carrera deportiva que le quedan al meta, que aún podrían ser unos cuantos, algunos ya se plantean si debería ir o no ir al Mundial. Lo único seguro es que ahora no juega, pero la pregunta es ¿hasta cuando? No dudo que volverá a la portería o arderá Troya. La maquinaría del Madrid necesita a su buque insignia y, por desgracia para Diego como en su momento lo fue Adán, ese papel ya ha sido otorgado.
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