Por la boca muere el pez...

"No se puede vender la piel del oso antes de cazarlo", "Hasta el rabo todo es toro", "Quién ríe el último ríe mejor" etc etc. Si de algo puede presumir el refranero español es de citas, que si bien no son verdades absolutas, se suelen cumplir con casi milimétrica precisión. No estuvo afortunado en sus declaraciones el técnico del Celta Abel Resino empeñado en repetir los errores en los que en su momento cayeron Iago Aspas y Hugo Mallo. 

La misma condescendencia que decía que otros equipos tuvieron con el Celta, equipo por el que "no daban un duro" es idéntica a la que él demostró ayer deseando suerte al "eterno rival" en la Liga Adelante. Con 90 minutos por jugar, una semana por delante y mucha tela que cortar esa frase interesada e intencionada no ha hecho más que colocar la primera piedra para que la lapidaria misiva le sea devuelta cual boomerang.

Un recado que descubre las inquietudes de un equipo que busca el tropiezo del rival para salvarse in extremis, en una temporada que ha sido aciaga para ambos conjuntos gallegos. Pero también una motivación extra para el Deportivo, acostumbrado ya a este tipo de mensajes pre-partido y que parece sentirse cómodo cuando se trata de hablar en el campo. No parece que vaya a desestabilizar más la frase de lo que puede hacerlo la propia situación de urgencia de los blanquiazules. 

El propio Celta, Zaragoza y Mallorca vivirán con la oreja pegada al transistor la última jornada, con un ojo puesto en su campo y el otro en Riazor. ¿Depender un equipo de sí mismo para salvarse es para ser pesimista? Los tres se cambiarían sin dudarlo por el Deportivo, que a nadie le queda duda, y la réplica de Resino no es más el aliento del que se ve tan cerca del cadalso como de la vida.

También vive una situación límite el conjunto de Fernando Vázquez, pero no se acuerda del rival para justificar su desgracia y no manda recados. No seré yo quien mate al mensajero, pero sinceramente con la rueda de prensa que ayer ofreció el preparador celeste lo único que ha conseguido es poner la pelota en su tejado al darse ya por salvado. 

Y en la vida dar las cosas por sentadas puedes traer nefastas consecuencias. Que se le pregunten a aquel Madrid del Centenariazo...