Yolanda Gutiérrez, la constancia rumbo a Río 2016

Con su eterna sonrisa en el rostro, cruzando la meta de #Coruña10 en 2013 con los brazos en alto, muchos conocimos entonces a Yolanda Gutiérrez. Una maratoniana a la que le picó tarde el gusanillo del running, con 25 años, una corredora que una semana antes había sido décima en Berlín, a escasos tres minutos de la mínima olímpica. Una atleta que su anterior entrenador, Santiago Saco, define en una palabra: constante. Una corredora que de la mano de Maeloc quiere estar ahora en Río 2016.

Yolanda, cruzando la meta de Coruña10 en 2013.

Fuente: Coruña10 y Yolanda Gutiérrez 

Yolanda llevaba una vida normal, pero una amiga la invitó a salir a correr y desde ese momento se enganchó. "Se inició en el mundo del running, empezó a ir a carreras y poco a poco se fue enganchando", reconoce Saco, que asegura que "fue demostrando que tenía condiciones" y se fue "adaptando" a las distancias más largas. 

Santiago Saco posa con Yolanda Gutiérrez y Alejandro Fernández, ganadores de #Coruña10 en 2013

Fuente: Santiago Saco y #Coruña10

El extrenador de la atleta destaca como su principal cualidad la "constancia". "Siempre intentaba dar lo mejor de sí misma para hacer el mejor entrenamiento posible. Lo hacía todo, porque sabía que todo entrenamiento suma", reconoce Saco. "En las largas distancias es fundamental ser constante en las sesiones y no dejarse ir, que es algo que le pasa a algunos corredores", matiza.

"Yolanda sin ser una persona que destaque por su fuerza, sí que es una atleta capaz de mantener un ritmo al que otros no llegan". Y sin duda, la corredora tuvo que lidiar con un ritmo muy diferente al de otros compañeros, ya que a su carga de entrenamientos de cara a la preparación del maratón de Berlín hubo que unir la de su empleo. Doce semanas de trabajo específico en el que Saco reconoce que el objetivo pasaba por "bajar de su marca de 2h42" pero que superó con creces sus expectativas.

Durante el maratón de Berlín. Fuente: Yolanda Gutiérrez

Saco recuerda la preparación como "dura", pero destaca el pundonor de Yolanda para afrontarla. "Hacíamos dos sesiones, una por la mañana y otra por la tarde/noche cuando salía de trabajar. Era complicado, Yolanda se levantaba antes de ir a trabajar para hacer elíptica, luego acudía a su puesto de trabajo y por la tarde, tratando de buscar las horas de menos sol, complicado en Ourense, tocaba la segunda sesión. No podía ser muy tarde ya que al día siguiente tocaba madrugar", rememora. "Es algo encomiable que Yolanda consiguiese llegar a ese nivel teniendo que compaginar trabajo y entrenamientos", afirma.

"Llegamos a resultados de atleta profesional programando dobles sesiones tratando de hacer volumen en los días libres, algo fundamental si te quieres enfrentar a una maratón", explica Saco. "Buscamos un sistema y ella tenía que llevarlo a cabo, alrededor de 40/50 minutos de elíptica, y por la tarde entrenamiento con el hándicap de que ella venía de su trabajo y no había podido descansar, por lo que el desgaste era mayor. Fueron doce semanas de mucho trabajo", reconoce Saco.

Además, dos semanas antes de Berlín, Yolanda estaba doblando carreras, compitiendo sábados y domingos, consiguiendo situarse entre los diez primeros en la categorías absoluta y estableciendo récords en las carreras.

Otro momento de Yolanda compitiendo en el maratón de Berlín

Fuente: Yolanda Gutiérrez

Al hablar con él noto como su timbre de voz cambia al hablar de Berlín, casi puedo percibir como sonríe mientras me lo cuenta. "Berlín fue una sorpresa. Pensábamos que podíamos estar entre las 2h42 y las 2h40, pero paró el crono en 2h38", apunta Saco, que admite que "se dieron las circunstancias y Yoli demostró que estaba en forma". "A tres minutos de la mínima olímpica sólo me queda la duda de si habría sido capaz de haberlo logrado", aclara Saco, que entre risas admite que "iba siguiendo muy nervioso sus pasos de control a través del ordenador, y varios los pasó a un ritmo de 2h33". Una semana después de una maratón "cuando te duelen hasta las pestañas" Yolanda voló en el asfalto para ganar Coruña10. "Demostró que estaba en plena forma y volví a pensar que, visto lo logrado, quizá podía haber ido un poco más rápido en Berlín", comenta entre risas Saco.

"El entrenamiento fue bueno, es verdad que se dieron buenas condiciones en Berlín, es un circuito muy bueno, pero no fue cosa de suerte, porque una semana después ganaba en Coruña, lo que me sirvió para corroborar que habíamos trabajado bien", destaca Saco, que cree que Yolanda y él se entendieron "muy bien". "Generalmente cuando hay un cambio de entrenador suele haber un período de adaptación, pero en este caso Yolanda no lo necesitó". Saco admite que pese a que "todos los entrenadores usamos los mismos ingredientes: ritmos, resistencia, volumen...cada uno los mezcla en el cóctel que supone el entreno de forma diferente. "Mi fórmula con ella funcionó".

En Esgos, en el Campeonato de España y Gallego de carreras de montaña, en el que Yolanda se proclamó campeona gallega y quinta nacional.

Fuente: Yolanda Gutiérrez

Al hablar sobre el próximo y más ambicioso objetivo de su anterior pupila, los Juegos de Río en 2016, Saco admite que ve a Yolanda "con serias posibilidades". "En Berlín se quedó a escasos tres minutos, y eso no es nada en un maratón, son unos segundos más rápido, es algo casi inapreciable, por lo que creo que tiene muchas opciones". Destaca, además, el hecho de contar con un patrocinador. "Va a poder descansar, dedicarse al cien por cien,  ir al fisio cuando lo necesite, va a ir a concentraciones con otros atletas, lo que le va a ayudar a mejorar el ya de por sí el nivel que ha conseguido y podrá realizar ese tan importante entrenamiento invisible, que no se ve, pero se nota de cara  a la preparación".

Yolanda vestida con su actual patrocinador Maeloc

Fuente: Yolanda Gutiérrez y Maeloc

"Yolanda ha demostrado que se puede lograr un alto nivel desde un programa básico, muy de base, ha sido capaz de entrenar y trabajar a la vez y conseguir grandes cosas. La he visto recientemente y está volviendo a correr muy rápido, por lo que es muy probable que lo consiga (estar en Río 2016). "Ahora mismo está en un momento en que confía en ella misma, la veo ilusionada, si le pone las ganas y el corazón que le pone siempre logrará la mínima", vaticina Saco, que se llevaría "una gran alegría" si su expupila fuese olímpica. "Si casi lo logra en Berlín, ¿por qué no lo va a conseguir ahora?"

Charlamos ahora un poco de la explosión del running, con su increíble auge en Galicia, plagada de multitud de carreras populares, una "moda" para Saco, de la que entrenadores para él se alegran y tienen que "aprovechar". "Cuando hace años empecé a entrenar en Ourense no teníamos el paseo del río, ni pistas y ahora en ese aspecto se ha mejorado". 

No obstante, se pone serio al advertir de que ciertos corredores pecan de temerarios. "Recomiendo, aunque pueda quedar muy corporativista (risas) la tutorización de un entrenador de atletismo. A nadie se le ocurre ir al otorrino si le duelen los ojos y en este caso es lo mismo. Lo mejor para prepararse es un profesional de este deporte, que te diga el porqué de un ejercicio y no de otro, el objetivo que persigue, que sepa hasta dónde puedes llegar, qué te puede exigir", reseña Saco. Cree que todos los corredores deberían someterse a "un chequeo completo". "Debemos conocer nuestros límites y nuestro nivel antes de lanzarnos al asfalto. No podemos pretender subir cinco escalones de golpe, debemos ir paso a paso", aconseja.

Santiago Saco durante una prueba disputada en Ourense

Fuente: Santiago Saco

Vaticina que Yolanda, inmersa en su preparación para la mínima olímpica, va a "desaparecer" un poco de las populares. "Ahora mismo está centrada en su objetivo, y aunque este tipo de carreras suelen ser una importante fuente de ingresos para los corredores, su meta es ahora prepararse de cara al reto que le espera". Una meta que Saco desea de "corazón" que cumpla. Un sueño para que la eterna sonrisa de Yolanda brille, si cabe, todavía más en el universo del atletismo gallego.

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Quiero dar las gracias tanto a Yolanda como a Santiago tanto por su generosidad a la hora de atenderme como cediéndome sus fotos y dejándome acercarme un poquito más a su historia, la de una corredora a través de los ojos de su entrenador, una visión que me inspiró a hacer la propia Yolanda. Desde este modesto blog desearles que los éxitos no paren y que pronto los pueda contar por aquí.