sábado, 6 de julio de 2013

El que no llora...

 Volviendo a aquel post sobre el Deportivo y su falta excesiva de ímpetu a la hora de quejarse, me reafirmo cada día en que las penas compartidas son menos penas y dar lástima se lleva y mucho en esta vida y, no nos engañemos, a todos nos cae más en gracia el pobrecito indefenso que el poderoso. Aunque luego termine siendo un lobo con piel de cordero. Si las paredes hablasen...

En la vida preferimos vernos comparados con las penurias de otros que con sus logros, tendemos la mano al que se cae, pero tampoco demasiado, si podemos esquilmar y sacar provecho lo hacemos sin decoro ni sonrojo, la ley del más fuerte es la que impera.

Los que más tienen que callar hablan y los que deberían alzar la voz se callan, no porque no tengan mucho que decir sino porque prefieren no ser plañideras en tiempo estivales, que para eso ya está el Carnaval. Y porque los que tienen la sartén por el mango son los de maletín, coche y asiento de cuero. Por lo menos hasta el día en el que se desmonte su farsa.

Torres más altas cayeron...


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